“Cerrar los ojos, volverlos a abrir y ver que todo es precioso” … Esta frase la leí años atrás y todavía resuena, permanece en mí y se activa inevitablemente cuando cualquier día, común y corriente, de repente belleza y arte aparecen fundidas frente a mis ojos sin buscarlo. Supongo que ese mismo efecto tendrá sobre muchos de los que, andando por las calles de Madrid en su rutina diaria, se topan con enormes meninas, bellísimas, generalmente llenas de colores; que emocionan, la verdad. Y siempre hay alguien a quien agradecer; así es que gracias por ese regalo, Antonio.
Antonio
Azzato, de madre española y padre italiano, pero nacido en tierra venezolana;
es el conocido “Azzato, el de las Meninas de Madrid”; y no por casualidad.
Movido por su intuición, sensibilidad y corazón de artista; se ganó la
confianza del Ayuntamiento de la cuidad para comenzar un proyecto que, ya
materializado luego de varios años, llena de belleza, creatividad y sentimientos las calles
de Madrid; o como me encanta llamarla, ‘la ciudad sin defectos’ (así la escogí
ver y adorar).
Ojalá
todos pudiesen conocer a Azzato; porque es una de esas personas que transmite
una energía tan bonita, genuina y sincera. Él es como esos artistas que
idealizamos cuando leemos sobre ellos; solo que en este caso el artista es de
verdad un hombre auténtico, sencillo, super amable, fiel a sus valores y sueños;
que no se paraliza o intimida si el camino se pone curvo o bifurca.
Ahora Caracas se convierte en su terreno de juego; pues este diciembre 2023 trae a
sus Meninas acompañado de talentos y artistas muy queridos por los venezolanos.
Algo que llena de una enorme ilusión a tantos.
Aquí les
comparto nuestra entrevista…
¿Desde pequeño
sentiste que el camino de artista era el tuyo?
Siempre
desde muy pequeño buscaba darle la vuelta creativa a todo. Desde la parte académica
del colegio hasta en los deportes, que me encantan. Y fue cuando tuve la
oportunidad de experimentar en el negocio familiar de diseño de muebles que
todo este tema artístico explotó.
¿Cómo es
que te convertiste en el escultor de las Meninas de Madrid?
Siempre he
sido un fanático de Velázquez. Cada vez que venía a España me iba a visitar el Museo del Prado para ver las Meninas. Un día me topé con alguien que
lloraba mientras veía el cuadro. Ese día entendí que efectivamente era una pintura muy especial; y me habló mi lado de ingeniero industrial: “Aquí hay algo que
nos está gritando Velázquez que no estamos viendo”. Y cuando me encontré con
que es uno de los cuadros más reinterpretados de la historia del arte junto con
la Mona Lisa, dije “Quiero hacer algo con él. Hay una variable que descifrar
detrás de este lienzo”. Razón por la que lo llamé El Mensaje Infinito de Velázquez.
Por eso creo una figura en blanco, para que una muestra que es
representativa de una ciudad me ayude a seguir transmitiendo mensajes.
Presenté
mi proyecto al Ayuntamiento de Madrid. Casualmente, la alcaldesa de ese momento
pensaba que la Menina debía ser el icono de la ciudad. Aprobaron mi proyecto y aquí
estamos. Luego de ediciones consecutivas se ha logrado que efectivamente la Menina sea
símbolo y le aporte identidad a la ciudad.
¿Cuál ha
sido el reto más grande de este proyecto ya materializado?
Sin duda, el poder organizar la comunicación entre las grandes marcas que apoyan y patrocinan el evento, el Ayuntamiento, los artistas que las intervienen y las fundaciones. Poner a todos estos actores de acuerdo y que fluya el trabajo no es tarea fácil. Hoy día existe una buena simbiosis y equilibrio entre ellos.
Además,
se ha vuelto una oportunidad para rendir homenaje al Pop Art que décadas atrás surgió
con talentos como Warhol, Duchamp… Ellos convirtieron marcas en obras de arte. Así
es como todos han encontrado su lugar dentro del proyecto, y se mantienen
unidos.
¿Quién es
el Antonio artista? ¿Se diferencia del Antonio padre, familia, amigo?
Son bien
parecidos. Todo lo comparto con mi entorno más íntimo. Quiero que mis hijos crezcan
en un ambiente artístico, impregnado de creatividad. Soy muy familiar y
tranquilo. Mi etapa de fiestas ya pasó hace años. Busco que mi trabajo y mi
casa sean una sola cosa, porque todo gira en torno al arte.
¿Y la
escultura, siempre ha sido tu principal lenguaje artístico?
No.
Primero fue el diseño, pintar. Luego la fotografía y después la escultura. En
nuestras tiendas intervenía con diferentes técnicas artísticas los muebles que
salían defectuosos. Esos resultaban ser los más populares y mejor vendidos. Pero
hoy día la escultura se convirtió en mi principal lenguaje de comunicación.
¿Cómo definirías
tu lenguaje artístico?
Es arte
conceptual. Cada Menina tiene un mensaje implícito. El lienzo en blanco se convierte
en un mensaje que desea ser transmitido, que conecte con un público que es diferente.
¿Cuál es
tu principal fuente de inspiración?
El arte
urbano siempre me ha encantado. Los grafitis de los puentes de Caracas… Esa comunicación
en la calle a través del arte. Siempre he sido un fanático de la belleza, que es
algo muy personal y subjetivo. Sigo siempre aquello que internamente veo y
siento como belleza.
¿Cómo sientes
que la escultura impacta a la sociedad de hoy?
Ya no se
ve tanto en los museos como antes. El arte urbano les habla a todos en el día a
día. La escultura conecta con la sociedad más si está en la calle.
Eres
orgullo e inspiración para venezolanos y no venezolanos. ¿Algún consejo o
aprendizaje que nos quieras compartir?
Suena
trillado, pero es el no abandonar un sueño del cual estás convencido. Y siempre
mantenerse humilde. Nadie es más que nadie. Cuando sientes que estás haciendo
lo correcto con tu vida, siguiendo tus sueños; eso es lo que nos tiene que
importar. Siempre hacia adelante.
¿Qué nos
puedes contar de la visita con tus Meninas a Caracas?
La emoción
no cabe dentro de mí. Dicen que nadie es profeta en su tierra. Yo estoy
teniendo la fortuna y dicha de regresar con mi arte a Venezuela; una tierra que
me lo dio todo, a mi y a mi familia. Siempre quise volver y aportar de alguna
manera a través del arte. Le debo tanto. Mi padre llegó de Italia con una
maleta y mi madre de España en momentos cuando esos países no estaban bien. Venezuela
les permitió sacar adelante a cinco hijos. Quiero darle de vuelta. Y poder
estar acompañado en la exhibición con talentos que dejan siempre el nombre de
Venezuela en alto, como Deyna Castellano, Gleyber Torres, Ronald Acuña, Oscar
de León, Ángel Sánchez; me llena de orgullo y me hace sentir muy agradecido.
Las
Meninas llegan a Caracas a finales de diciembre. Se exponen la primera semana
de enero dando la bienvenida al año.
Antonio, solo me queda desearte de corazón lo mejor siempre. Gracias. ¡Venezuela se merece todo lo bueno! ¡Aquí te esperamos!
Gaby
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